¿Cómo reconocer una silla ergonómica?
Como ya sabemos, la silla ergonómica nos ayuda a mantener una buena postura, permitiéndonos estar cómodamente sentados y en una posición equilibrada. Por este motivo, existen ciertas normas reguladas que deben aplicarse en la fabricación de este tipo de asientos y debemos aprender a identificarlas.
Nuestro cuerpo necesita moverse y mantener una posición erguida para respirar bien y oxigenar nuestra sangre. Sin embargo, nuestro estilo de vida actual, sobre todo el laboral, ha suprimido gran parte de nuestras actividades físicas limitándonos muchas veces al sedentarismo. Tras ello, la investigación científica ha llegado a la conclusión de que estar sentados a un tiempo mayor de cuatro horas al día, trae consigo enfermedades de carácter muscular y esquelético de la columna vertebral, así como de la circulación sanguínea.
En esa medida, un buen y necesario acompañante para el llamado Home Office, es la silla ergonómica que se adapte a las características de cada persona, así evita malestar y cansancio a lo largo de la jornada y previene problemas de salud mencionados. Por eso, es importante elegir correctamente, pues entre los conceptos visibles es necesario verificar que la silla ergonómica tenga las siguientes características:
Características de una silla ergonómica
- Altura y estructura del asiento: El asiento debe ser liso, ligeramente inclinado hacia atrás y fácilmente ajustable, de modo que la altura se adapte perfectamente al usuario de la silla.
- Diseño adaptable a las formas del cuerpo: Para mantener la columna vertebral alineada y la zona lumbar protegida, el respaldo debe disponer de una prominencia lumbar que permita un apoyo estable y mantenga la espalda en una posición natural. Como cada espalda es diferente, el respaldo debe disponer de un accesorio que permita regular la altura y profundidad de la prominencia lumbar.
- Ancho y profundidad del asiento: Una silla ergonómica debe ser lo suficientemente profunda y ancha para soportar al usuario con toda la comodidad posible.
- Materiales adecuados y cómodos: El material del asiento y el respaldo debe estar acolchado para mantener la comodidad incluso durante períodos prolongados de trabajo;
- Apoyador de antebrazos movibles: Cuando la silla ergonómica tiene un apoyador de antebrazo, también deben ser ajustables.
- Ruedas: La silla ergonómica debe poder girar fácilmente, sin esfuerzo, independientemente del tipo de piso
- Estabilidad: Los entornos de trabajo necesitan sillas ergonómicas de buena estabilidad, para soportar el entorno de trabajo diario. Para esto, se recomienda una base que contenga cinco puntos (o cinco estrellas);
Ahora que ya conoces los beneficios que brinda una silla ergonómica y cómo reconocerla, te invitamos a conseguir una de Ergonomía que se adapte a tus características y espacio de trabajo.